24.000 millones de dólares es poca cosa, … si eres Warren Buffett

¿Puede una empresa tener una ganancia neta de 24.000 millones de dólares en un año y, sin embargo, tildar los resultados de mediocres? ¿Pueden catalogarse de malas noticias unas ganancias que superan en un 14 por ciento las del año anterior? La respuesta, si se trata de la empresa que constituye el brazo ejecutor (vehículo de inversión, lo llaman otros) de Warren Buffett, debe ser afirmativa.

Berkshire Hathaway, que así se llama la criatura, es la culpable de estos decepcionantes números. Las razones que Buffett aduce en su  misiva a los accionistas de la compañía para sentirse decepcionado tienen que ver con el hecho de que su compañía no haya podido superar la ganancia media de las empresas cotizadas en el S&P 500, y que ascendió a un 16 por ciento, lo que al parecer acontece por novena vez en 45 años.

Además, el oráculo de Omaha se muestra contrariado por no haber podido llevar a cabo ninguna adquisición importante durante el ejercicio. Literalmente viene a decir algo así como que ha seguido un par de elefantes, pero se ha quedado con las manos vacías. Mejor esquivamos cualquier broma respecto a perseguir elefantes rifle en mano.

¿Falsa modestia? ¿Una pose estudiada para fomentar su imagen de ganador? ¿Sincero discurso de quien nunca se conforma? Que cada cual le ponga el calificativo que mejor le parezca. Lo indiscutible es que, si pulsan sobre la gráfica que se acompaña, convendrán con nosotros en el inmejorable aspecto técnico que atesora la compañía. Ni un atisbo de decepción puede apreciarse en el discurrir de la cotización.

Cosas de ricos que no dejan de impresionar a los pobres mortales.

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