Cuando los valores directores de un mercado se comportan como vulgares chicharros… Cuando los títulos de un valor como el Santander son capaces de revalorizarse en una sola jornada más de un veinte por ciento… Cuando suceden estas cosas, algo se ha quebrado en el equilibrio natural que rige el mercado, equilibrio que se manifiesta en la tendencia imperante en cada momento.
Este mercado que sufrimos en el muy corto plazo se mueve como un péndulo entre el pánico extremo y la euforia desmedida, sentimientos ambos que pertenecen al lado más indómito de la sicología humana, convirtiendo, por ende, también en indómito al mercado sobre el que confluyen esos sentimientos.
En situaciones como ésta, el análisis técnico se torna poco útil, sobre todo en lo que a la fijación de niveles de referencia en el corto plazo se refiere. Aun así, y como quiera que siempre hemos mantenido que toda cotización que se mueve a través del tiempo en un eje de coordenadas es susceptible de ser analizada conforme a las reglas del chartismo, ahí vamos con la faena en el Santander.
Mientras no se demuestre lo contrario, nuestra visión del título pasa por ese canal bajista que definen las líneas rojas del gráfico adjunto, de suerte que lo visto ayer sería algo así como un aceleradísimo movimiento de suelo a techo en el seno de dicho canal.
Ese movimiento al alza se habría topado con la resistencia horizontal que cotiza en la superación en cierres de los 9,55 euros, nacida fruto del gran hueco bajista de apertura del día 3 de mayo. Algo más arriba, cotizaría la siguiente de las barreras dejadas por los bajistas en la caída, justo en la superación de los 10,05 euros. La superación de los 10,90 euros, lugar en el que cotiza la gran resistencia para el medio plazo, parece ahora mismo una tarea pendiente algo lejana, aunque considerando las velocidades que últimamente es capaz de coger el mercado, conviene dejarla citada.
Por abajo, el tremendo hueco alcista de ayer ha dejado una amplísima banda de soporte que nace en los 7,70 euros, cierre del viernes, y acaba en los 9,20 euros, apertura del lunes. Decir que en algún punto de esos 150 céntimos de recorrido la resaca que hoy vivimos, y que quizá se prolongue en próximos días, encontrará descanso es casi no decir nada, pero no hay otra cosa.
Seguiremos los acontecimientos.
