Imagino que los habituales del blog ya habrán notado que hace algún tiempo que los gráficos que sirven de base a nuestros análisis no descuentan el dividendo. Después de mucho pensarlo, y guiado principalmente por criterios operativos y por la experiencia acumulada en más de una década destripando tendencias, soportes y resistencias, hemos llegado a la conclusión de que este tipo de presentación es la más idónea.
No pretendemos hacer un dogma de esto ni crear polémicas al respecto (aunque, por supuesto, se admiten opiniones), simplemente es nuestra opción, basada en los motivos antedichos, pero una decisión personal al fin y al cabo. La verdad es que viendo cómo anda el panorama, con supuestos analistas técnicos que recomiendan comprar amparándose en inexactitudes sobre el origen mayoritariamente foráneo de los beneficios de las empresas nacionales o en argumentos tan poderosos y metódicos como el estar comprando ellos mismos con su dinero, sin que por ello tengan que dar cuenta a nadie, estas cuestiones tan técnicas parecen carecer de importancia alguna.
Sea como fuere, también en Telefónica, como decíamos esta mañana a propósito de Santander, y mientras el mercado no demuestre lo contrario, la hoja de ruta pasa por ese precio encerrado en el canal bajista que delimitan las líneas marrones del gráfico adjunto. Puestos a elucubrar, y obviando la vela de la alocada sesión de ayer, podríamos incluso ver una gran pauta de techo en el medio plazo en forma de un poco ortodoxo hombro-cabeza-hombro, o de taza con asa invertida si se prefiere, cuya clavicular sería la línea violeta de la serie adjunta. Sé que es echarle mucha imaginación al análisis, aunque los fundamentos sicológicos están igualmente presentes que si se tratara de una pauta plenamente perfecta.
Si las proyecciones bajistas de esa pauta llegaran a producirse, podríamos ver al precio en el corto-medio plazo en la zona de los 13,50 euros. Antes, los bajistas deberían cruzar la importante muralla dejada por los alcistas tiempo atrás en el nivel de los 14,50 euros, cota en la que se encuentra el gran soporte horizontal de medio plazo. E incluso antes deberían dejar atrás el más inmediato soporte de los 15,35 euros en precios de cierre.
Por arriba, los 17,20, 18,15 y 19,10 euros constituyen, sucesivamente, las resistencias horizontales verdaderamente relevantes.
En conclusión, Telefónica sigue teniendo, como todo el mercado español, un peligro latente para los que quieran jugar a la búsqueda de suelos. Aún no hay señales técnicas que nos inciten a una recomendación de compra clara. Por supuesto, es muy posible que dentro de un tiempo (semanas, meses o años) los que compren a estos niveles disfruten de plusvalías. Pero también lo es que posiblemente hubieran podido comprar a precios más bajos.
Cada uno es muy libre de estar en la bolsa como mejor le plazca y gastarse los cuartos siguiendo el método que quiera, o incluso sin seguir ninguno. Pero para eso no hace falta leer a ningún analista.
