Comenzaba el mes de abril cuando desde aquí opinábamos que el sector bancario europeo había dado una señal de compra. Ahora, unos meses después y un setenta por ciento al alza más tarde, volvemos a fijarnos en este importante índice sectorial europeo para concluir que lo que toca es enfentar resistencias.
De momento, esa línea directriz bajista nacida en julio de 2.008 está haciendo bien su trabajo de freno para la cotización. Cuenta además con la ayuda inestimable que representa la línea naranja, en el nivel de los 240 puntos, línea que en su momento fuera soporte y que ahora ha invertido su papel por el de resistencia.
Si el sector se muestra capaz de superar esas barreras, es más que probable asistir a una nueva subonda alcista que pudiera llevar, como poco, a la cotización hasta los 300 puntos. Por abajo, y en el corto plazo, el nivel a vigilar no es otro que los mínimos del viernes 2 de octubre, tal y como ocurre en la generalidad del mercado. Su pérdida en cierres abriría el camino a una corrección de mayor calado que una simple onda correctiva menor.
