Cierre en Wall Street, los bajistas no estaban muertos

Cuando lo que se intenta es adivinar el comportamiento futuro de los precios, adelantándose en la medida de lo posible a los acontecimientos, caminamos inevitablemente sobre una cuerda floja, sin red, y con el abismo del error a nuestros pies.

No hace mucho entendíamos que los índices directores de Wall Street, especialmente el S&P 500 y el Dow Jones Industrial habían dado la puntilla a los bajistas y tenían en sus manos el superar la corrección iniciada a mediados de septiembre. Sólo faltaba el pequeño gran detalle de ver cómo las cotizaciones superaban los últimos máximos relevantes, los mismos en los que se había iniciado la onda correctiva.

Y en esto vino Apple y decidió que las subidas acumuladas eran ya una pesada carga, siendo momento propicio para corregir y relajar indicadores. No era el Nasdaq 100 el índice mejor situado para afrontar algo así. Y la gráfica del índice tecnológico da buena muestra de lo mucho que el efecto Apple se ha dejado sentir en la serie.

Siguen vivas directrices alcistas especialmente relevantes en el corto plazo, al menos en el S&P 500 y en el Dow Jones. Pero parece que tendremos que convivir con la incertidumbre de no saber muy bien quién domina el muy corto plazo, si alcistas o bajistas, algún tiempo más.

A río revuelto, ganancia de pescadores. Eso dice el refrán, que en bolsa podría tener una versión algo distinta: A mercados revueltos, ganancia de los que prefieren esperar y no tirar aún la caña.

Seguiremos los acontecimientos.

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