Tenemos sobre la mesa desplegados los gráficos diarios del cambio del Euro frente al Dólar estadounidense, la Libra y el Yen, y comprobamos, con cierta admiración, cómo se ha producido una especie de confabulación técnica consistente en un rebote al unísono desde una zona de soporte a la que también los tres cambios han llegado de la mano.
No es frecuente desde luego ver algo así. Y aunque sólo sea por eso, y dando por sentado que en modo alguno puede darse por muerta la tendencia bajista de medio plazo (y de largo en algún caso) imperante en la divisa paneuropea, merece la pena echar un vistazo a las series que acompañamos.
No somos muy amigos de correr detrás de los precios abriendo ahora unos largos en el Euro a cualquier precio. Otra cosa es que entendamos conveniente el cierre de los cortos que vengan desde arriba, a la espera de acontecimientos. Como siempre en casos como éste, en los que se produce un rebote de cierta verticalidad, la mejor forma de actuar consiste en esperar al lógico retroceso y sólo entonces valorar la conveniencia de entrar en el lado largo en busca de un segundo impulso al alza, situando el stop inicial de protección en los últimos mínimos relevantes, justo los marcados por el retroceso que mencionamos.
Dos puntos nos parecen especialmente importantes, desde un punto de vista técnico, para valorar convenientemente la fortaleza y entidad de este movimiento al alza en el Euro. El eventual encuentro del cambio Euro/Yen con la directriz bajista (línea roja en el gráfico adjunto) nacida en octubre de 2009 y el nuevo ataque por parte del Euro/Dólar a esa zona de resistencia horizontal (línea roja) que cotiza en los alrededores de los 1,3450 dólares. Estaremos muy atentos al resultado de esas dos citas técnicas, que presumiblemente pudieran producirse en el futuro inmediato. El resultado final de dichos encuentros nos dará una buena medida del verdadero ímpetu alcista que acompaña a este rebote.
Seguiremos los acontecimientos.
