Que lo simple es lo que mejor funciona la mayor parte de las veces es algo que aún cuesta aceptar. Los analistas técnicos, llevados quizá por cierto complejo de inferioridad respecto de otros métodos de análisis financiero, se afanan en poblar sus gráficos con toda clase de medias, indicadores y demás habitante inútil, creyendo equivocadamente que quizá así el resultado final será mejor.
Echen un vistazo a nuestro gráfico de cabecera en el corto plazo en el cambio Euro/Dólar. Dos simples líneas bastan para dejar constancia del estado de las cosas en el par. Alcismo que se desarrolla de forma ordenada en el seno de un canal, alternando sucesivos movimientos entre el suelo y el techo de la formación.
Desde el punto de vista de la operativa, la idea que nos transmite es también simple: cortos en la parte alta del canal y largos en su base.
Como todas las líneas que se desarrollan en el corto plazo, también éstas dejarán de tener validez más pronto que tarde. Pero, dicho en términos castizos, ¡que nos quiten lo bailao!