GAMESA. Las turbinas siguen sin arrancar.

La empresa de parques eólicos debió toparse con una mala ráfaga de viento a comienzos de septiembre, cuando en poco más de mes y medio se cayó desde los 32 euros hasta los 10. Nos permitimos plasmar esta brutal aceleración bajista con la línea naranja de nuestro gráfico. Pero eso, aunque a más de un quijote los molinos se  le hayan llevado por delante, ya es historia. Ahora toca mirar al futuro, y más concretamente al futuro más inmediato.

Y lo que vemos es un precio que intenta otra vez reaccionar desde las proximidades del soporte que constituye la línea azul inferior. Por arriba, quedan perfectamente delimitadas las sucesivas resistencias que esperan a cualquier empeño de reconstitución alcista: primero esa directriz bajista roja,  y después las dos líneas azules.

El valor aún no ha demostrado nada que nos anime con las compras. Si en proximos días rompe al alza la primera de las resistencias, seguramente tendremos ocasión de volver a traer por aquí el título.

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