SACYR y las constructoras se animan

Un día como el de hoy, con las bolsas anglosajonas de ambos lados del Atlántico cerradas por festivo, es tan bueno como cualquier otro para asistir a un calentón del sector de las constructoras nacionales cotizadas en bolsa.

Podíamos haber empleado el término «entrada de dinero» y no el de «calentón». Pero preferimos, al menos de momento, ver todo esto como un episodio pasajero en el que los operadores han apostado por compañías del sector especialmente castigadas, más con miras cortoplacistas que tendenciales. El hecho de que Ferrovial u OHL, las dos cotizadas verdaderamente alcistas dentro del sector, hayan sido las que menos entusiasmo han demostrado en las alzas, no hace otra cosa que corroborar  esta idea.

Sin embargo, hay una excepción especialmente reseñable en términos chartistas: la superación en cierres por parte de Sacyr del nivel de los 2,01 euros. Si recuerdan alguno de nuestros análisis al respecto, ya habrán caído en la cuenta que Sacyr ha fulminado hoy esa barrera que naciera con los efectos colaterales sufridos por la compañía tras la expropiación de la participación de Repsol en la argentina YPF.

Y, desde luego, los alcistas han elegido hacerlo por todo lo alto, con volumen apreciablemente alto y dibujando una contundente vela diaria que no deja lugar a muchas dudas. Una vez superada la resistencia con mayúsculas en el medio plazo, y barajando la posibilidad de futuros retrocesos hacia esa zona de los 2 euros que ahora debería ser un soporte, cabe elucubrar con la búsqueda por parte del precio de resistencias que habitan más arriba, como las más inmediatas de los 3 ó los 3,60 euros.

Viendo las cosas con una perspectiva de largo plazo, puede parecer poca cosa. Un valor que llegó a cotizar a 52 euros ahora vale poco más de dos. Pero no olviden la paradoja matemática que demuestra que en la bolsa el lado comprador siempre tiene un margen de ganancia infinitamente mayor que la posición vendedora. Sacyr, en su caída, llegó a perder el 98 por ciento de su capitalización bursátil. Ahora, puestos a recuperar, el camino de vuelta hacia esos 52 euros (ojo con nuestras palabras, esto es un mero ejemplo numérico) supondría una revalorización del … ¡5.200 por ciento!

Sea como fuere, la ruptura alcista de esa resistencia que marcamos en la gráfica adjunta es inapelable y, si el precio retrocediera en el futuro inmediato con poco volumen, el menor atisbo de vuelta al alza podría ser un buen momento para jugarse alguna pequeña cantidad en una estrategia compradora oportunista, con stop inicial de protección marcado a fuego en cierres por debajo de los 1,85 euros.

Seguiremos los acontecimientos.

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