Santander en el corto plazo

El bajismo más o menos ordenado que tenía el mando de las operaciones en Santander dio paso a las alocadas caídas desencadenas en abril y que, técnicamente, vinieron a coincidir con la pérdida de la zona de soporte que cotizaba en los alrededores de los 5,85 euros.

Como ocurre siempre que asistimos a un movimiento tan violento, el mercado se ha tomado un descanso posterior, haciendo que los precios fluctúen de forma más calmada en el seno de algo parecido a un canal lateral.

Ese canal (formado por las líneas naranjas que se marcan en la gráfica adjunta) es, por definición, una zona de consolidación previa a un nuevo impulso en el sentido de la tendencia previa (a la baja, claro está). No infunde mucho ánimo este argumento al lector, pero mientras las cotizaciones no nos desmientan, ésa debe ser la premisa principal para el corto plazo.

Se mueve el Santander este último mes entre los 4,50-4,60 y los 5-4,90 euros. Ésos son los niveles a vigilar. Seguiremos los acontecimientos.

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