SANTANDER progresa adecuadamente y BBVA necesita descansar

Los dos grandes bancos españoles se han tornado claramente alcistas en el corto/medio plazo y, como no podía ser de otra forma, con ellos todo lo que rodea a la bolsa española se ha vuelto también un tanto alcista. El sentimiento de mercado, los análisis y comentarios que pululan por la ciberbolsa y hasta las sesudas predicciones macroeconómicas de algunos mediáticos economistas comienzan a dar un giro positivo a su visión de las cosas.

Nuestros lectores ya saben que aún esperan importantes pruebas de fuego a la bolsa nacional, antes de poder destapar esa botella de cava que tanta solera ha ido cogiendo en estos años de sinsabores bajistas. Eso sí, lo cortés no quita lo valiente y no puede negarse que los mimbres que se están poniendo son esperanzadores.

El aspecto técnico del Santander, auténtico buque insignia de la flota bursátil española, ha dado un considerable paso hacia adelante en el camino de la mejoría con la superación de esa línea roja que se marca en la gráfica adjunta. El que lo hiciera en la primera sesión de este 2013 y con un apreciable hueco de apertura alcista le ha añadido cierto toque cinematográfico al asunto. Puestos a pedir, quizá nos hubiera gustado ver más volumen en la rotura de la resistencia, aunque tampoco vamos a ponerle demasiados peros al guión.

De momento, la cotización parece haberse olvidado de dibujar un retroceso hacia la resistencia cruzada al alza, lo que denota un exceso de poderío alcista sobre el mercado en el muy corto plazo. La bolsa tiene buena memoria y conviene archivar el dato, por si pudiera servirnos uno de estos días como tema de un análisis.

BBVA, al que por aquí ya pusimos hace algún tiempo el sobrenombre del mejor entre los grandes, lleva ya dos meses de endiablada verticalidad alcista. Estupendo para los que compramos en su momento, aunque tremendamente peligroso para los que caigan en la tentación de subirse ahora al autobús sin esperar a que el precio realice alguna parada.

Hoy se ha apreciado un ligero aumento en el volumen, nada escandaloso, pero suficiente para que un analista tan quisquilloso con estas cosas como el que escribe estas líneas comience a elucubrar con la cercanía de un descanso y/o un retroceso proporcional en los precios.

Puede haber sido simplemente debido a que algunos operadores hayan decidido hacer caja tras el cobro del dividendo repartido hoy o puede ser el primer síntoma (repito que quizá estemos hilando demasiado fino) de un proceso de distribución previo a una corrección adecuada a lo mucho que se ha subido en poco tiempo.

Seguiremos los acontecimientos.

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