ThyssenKrupp, una alemana con buen aspecto

Cuando Gustav Krupp veía cómo sobre su cabeza pesaban gravísimas acusaciones en los Juicios de Nuremberg, difícilmente podía imaginar que más de sesenta años después la empresa que dirigiera con mano firme seguiría existiendo y, sobre todo, manteniendo su apellido, siendo además una de las principales acereras del mundo.

Perturbado por haber asistido a la derrota de esa Gran Alemania a cuya construcción tanto contribuyó, atormentado por asistir a la caída de ese III Reich al que Hitler había pronosticado mil años de vida, la suerte no le abandonó del todo, siendo finalmente uno de los pocos acusados principales que eludió la condena, al considerar el tribunal que su precaria salud y su avanzada edad le impedían soportar cualquier acusación.

El haberse confabulado con los principales dirigentes del partido nazi para poner sus factorías al servicio del rearme del ejército alemán ante una guerra ya programada años antes de que empezara, o el haber utilizado en sus fábricas durante la guerra mano de obra esclava procedente de los campos de concentración, llegando a situar alguna de ellas junto a los propios campos de exterminio, no parecieron motivos suficientes para imponerle al menos una condena simbólica.

Sea como fuere, aquella compañía disfruta hoy de una excelente salud, siendo además en estos momentos, y aquí entramos ya en el terreno del análisis técnico, la empresa del sector con un mejor aspecto en su gráfica.

Incluso, puestos a concretar, diríamos que el título se encuentra, desde el punto de vista tendencial, en un momento óptimo para las compras. Apostando por la continuidad  de la tendencia alcista iniciada con los mínimos de marzo de 2009, este reciente apoyo en la directriz alcista que desde entonces guía a la cotización se nos aparece como una oportunidad de convertirse en accionista de la compañía justo en las proximidades de un soporte especialmente relevante.

En estrictos términos chartistas, lo más aconsejable sería esperar a ver cómo el precio corta al alza esa directriz bajista (línea naranja) que viene guiando en el corto plazo  la corrección iniciada a finales del año pasado. Esperar a ver cierres semanales por encima de los 30 euros o comprar ahora es ya una cuestión de estilo. Los argumentos tendenciales son, en cualquier caso, incuestionables.

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