Las vueltas que da la vida. Cuando hace ya bastantes años, más joven y menos interesado por la bolsa, escuché por primera vez aquella canción de The Police titulada Too much information jamás hubiera podido pensar que las palabras de Sting me servirían para hacer una reflexión tan poco musical como la que hoy vamos a lanzar sobre las bondades (o maldades) de este exceso de información que vivimos en el mundo de las finanzas y la bolsa.
Tenía en tareas pendientes comentar lo sucedido el pasado día 5 de enero en un par de valores de nuestro Ibex 35. La alocada apertura a la baja que se produjo en Banco Popular y Mapfre y las velas diarias que resultaron en ambos casos al final de la sesión se merecían un artículo aquel mismo día, pero aquella noche mágica había prioridades que se imponían.
No sé muy bien qué pudo suceder en la preapertura aquel día, pero lo cierto es que alguien consiguió que los dos valores que mencionamos abrieran con un apreciable hueco a la baja que a buen seguro haría saltar algún stop no colocado al cierre. Lo que se vio después, esas impresionantes velas alcistas, fue todo un espectáculo. Desde luego, los que suelen tildar a nuestro mercado de bananero encontrarán sólidos argumentos en situaciones como ésta, máxime si tenemos en cuenta que se trata de dos de los valores con mayor capitalización de la bolsa española.
Pero hoy nos interesa más centrarnos en el caso de Mapfre, por motivos diferentes. El gran volumen que acompañó a aquella sesión, y que se aprecia perfectamente en la serie diaria, nos estaría diciendo algo así como que, tras unos días de consolidación con poco volumen, en cualquier momento el precio volverá a dar otro hachazo alcista con la reaparición del dinero. Hasta ahí todo perfecto, tanto que nos anima a poner al valor en vigilancia extrema desde mañana mismo.
Sin embargo, disponemos de tanta información que incluso una aplicación hecha en mercado abierto, de ésas que no pasan por los hechos relevantes de la CNMV, puede ser detectada poniendo la serie en gráfico minutado. Y es ahí donde nos damos cuenta que la mayor parte del volumen de aquel día se correspondió con un cambio masivo, y seguramente pactado, de papeles hecho nada más empezar la sesión en la zona de los 2,90 euros.
Así las cosas, uno ya no sabe si conceder tanta importancia al dibujo del gráfico diario, si se debe malgastar el tiempo vigilando al título, o si mandar a la … tanta información.
Las vueltas que da la vida. Yo escribiendo en internet sobre The Police, y no precisamente de música. Al menos me queda el consuelo de hacerlo en el mejor blog de análisis técnico de la Unión Europea, que no es poco.
