¿Cotizará en bolsa el terrible terremoto de Japón? ¿Sufrirá también el Nikkei, índice director de la bolsa japonesa, una sacudida similar a la sufrida por la tierra del Sol Naciente?
Mucho se viene elucubrando al respecto este fin de semana, mucho se especula estos días previos a la apertura del lunes, cuando ya se habrán evaluado convenientemente las consecuencias del seísmo, sobre su impacto en la débil recuperación de la economía nipona o sobre cómo afectará a la divisa japonesa.
Estableciendo la cuestión en términos chartistas, podemos preguntarnos si el terrible terremoto provocará un tsunami en la serie del índice director japonés, de suerte que esa directriz alcista que marcamos con una línea verde en la serie adjunta se vea incapaz de frenar a la cotización, arrastrada por una gran ola bajista.
Podemos incluso elucubrar con que hará falta ver a los precios volver a tocar la parte baja de ese canal lateral-bajista que conforman las líneas naranjas antes de que cesen las réplicas.
Habrá que ver cómo se toman la semana que comienza mañana los mercados este desatado rugido de la naturaleza. Lo que sí podemos prever ya es algo que la historia bursátil nos ha enseñado: los efectos sobre los mercados de acontecimientos especialmente violentos, pero ajenos a lo que es propiamente bursátil o económico, aunque puedan tener su influencia negativa en un primer momento, se acaban diluyendo en pocos días, alcanzando las cotizaciones los niveles de precio previos al acontecimiento de que se trate.
Así ocurrió en el Dow Jones tras los sucesos del 11 de septiembre y así sucedió con la bolsa española tras lo acontecido el 11 de marzo, tal y como se aprecia en los gráficos adjuntos. ¿Ocurrirá también con este nuevo 11 de marzo? Creemos que sí.
En los casos que hemos mencionado, tanto el Dow como el Ibex siguieron finalmente el camino marcado por la tendencia de fondo, bajista en 2001 y alcista en 2004. Es de esperar, pues, que el Nikkei acabe retomando el camino fijado por la tendencia de fondo. El problema estriba en determinar cuál pueda ser esa tendencia en el índice japonés.
Y es que, a la vista del gráfico, siguen cabiendo las dos opciones: la de la continuidad del movimiento alcista iniciado en 2009, todavía demasiado tímido en su desarrollo; o bien la de retomar la tendencia bajista, ya histórica, del índice nipón.
Seguiremos los acontecimientos.
