¿Vender en mayo y salir corriendo?

Estoy convencido de que en algún momento del mes entrante nos tocará padecer cómo se echa mano de esta manida frase. Si seguimos subiendo de forma sostenida, se argumentará que va siendo hora de realizar plusvalías. Y si se produce la corrección que esperamos (y que se está haciendo de rogar), no faltarán catastrofistas que auguren una vuelta a mínimos sin más argumento que la mera creencia personal.

Tal y como exponía hace un rato en un comentario, mi escenario de trabajo pasa por la eventualidad de vivir próximamente una corrección de cierta intensidad, de ésas que traspasa zonas de soporte relevantes en el corto plazo. Sin embargo, he de admitir que, pese a haber sostenido acertadamente que los mínimos de marzo eran un buen momento para comprar, también es cierto que esperábamos hace ya algunos puntos esa corrección.

Uno no siempre acierta. Lo importante es saber reconocer nuestros errores a tiempo. Ahora, y con el descanso que nos vamos a procurar en este puente, aclararemos las ideas y volveremos con las pilas cargadas para intentar dilucidar qué hay de falso y qué de verdadero en esas tímidas rupturas de resistencias que se vislumbran en los gráficos de más abajo.

He de reconocer que el cuerpo me pide cortos en un montón de valores e índices, pero mejor esperar a que los gráficos nos den alguna señal. Ya sabéis que por aquí nos gusta echar la culpa de nuestros errores  (y  también de nuestros aciertos) al bueno de Dow y a toda su caterva de infames seguidores, entre los que me incluyo.

Seguramente después, si tenemos tiempo, echaremos un vistazo a los cierres americanos.