Llegó el esperado comunicado de la Reserva Federal estadounidense, y lo hizo cumpliendo básicamente el guión establecido. Se pondrán algunas rocas más encima de esas montañas de dinero que se han venido generando. Dicen que el paquete anda en la parte baja del rango que se barajaba, pero también es cierto que se ha dejado la puerta abierta a su aumento si fuera preciso. Vamos, que por dinero en circulación no va a quedar la cosa.
Tras la acostumbrada volatilidad intradiaria que estas decisiones suelen acarrear en los mercados abiertos, parece que finalmente, y tras una lectura más reposada, se ha acabado imponiendo al cierre de Wall Street esa imprescindible amiga que es la tendencia. S&P 500 y Dow Jones Industrial han agujereado otra vez en el intradía esos canales alcistas que les guían en los dos últimos meses, consiguiendo un cierre más que honroso en el seno de ese alcismo sin matices que esas líneas azules representan.
El Dólar, seguramente el principal damnificado por esta política de la FED, ha respondido como se esperaba: debilitándose un poco más en su cambio con las principales divisas. Concretamente, el cambio Euro/Dólar amaga el reinicio de un nuevo tramo al alza en cualquier momento. Ya ha dejado claro que la batuta de esta corrección consolidativa que se vive tras los máximos de mediados de octubre la tiene el canal de líneas verdes del gráfico que adjuntamos, o lo que es lo mismo la lateralidad alcista, habiendo vencido sobre ese canal más tendente al bajismo que representaban las líneas rojas. Sólo falta por dilucidar, acaso mañana, si esa línea que sirve de techo al canal verde volverá a frenar a la moneda europea, prolongando con ello esta pausa correctiva en la que se encuentra el par.
¿Y nuestro Ibex 35? Pues el cfd de 24 horas ha cerrado bastante más arriba que el contado, por lo que, a su manera, también se ha beneficiado de la decisión de la FED. Al menos parece que hay un soporte fiable para el corto plazo en la zona de los 10.520-10.530 puntos (línea negra en el gráfico). Es poco, ya lo sé, viendo cómo se las gastan en Nueva York o en Alemania, pero es lo que hay.
Seguiremos los acontecimientos.
