Los que nos siguen habitualmente ya saben que nos gusta hacer alarde de cómo los hechos que atañen a los aspectos fundamentales suelen ponerse al servicio del análisis técnico para hacer que los designios previamente marcados por éste se acaben cumpliendo.
Si el argumento les parece algo retorcido, un ejemplo servirá para escenificarlo más claramente. Echen un vistazo a la serie diaria del cambio Euro/Yen, un activo bajista que se encuentra estos últimos meses dibujando un canal lateral ligeramente alcista (el que marcan esas líneas azules inferiores de la gráfica adjunta), canal que, por definición, debería ser de consolidación previa a nuevas bajadas.
Toda esta serie de acontecimientos que sacuden estos últimos días a la moneda europea (el tema irlandés y las dudas sobre España y Portugal) han venido a coincidir justamente con el cambio Euro/Yen tocando esa directriz bajista roja y en las proximidades del techo del canal de consolidación que mencionamos.
Las realidades económicas han venido, pues, a hacer buena esa directriz bajista, tirando con fuerza del cambio hacia abajo y, lo que es más importante, haciéndole perder a estas horas con solvencia el soporte horizontal que cotizaba en la zona de los 111,50 yenes (línea verde), cota que en anteriores análisis ya cifrábamos como la frontera cuyo cruce a la baja abriría la puerta a un escenario cuya idea principal pasaría a ser la de ver al Euro dirigirse camino de la línea azul inferior primero, y acaso camino del suelo del canal rojo después.
Es cierto que en lo que resta de sesión aún podría producirse una recuperación que salvara los muebles para los alcistas en el cambio. Ya ocurrió algo parecido a mediados de este mes. Pero mucho nos tememos que esta vez los bajistas han venido para no irse tan fácilmente.
Seguiremos los acontecimientos.