Si tuviéramos que ilustrar una explicación sobre qué es una directriz bajista y qué efectos tiene sobre la cotización, la gráfica semanal de Endesa podría servirnos perfectamente como ejemplo. La cantidad de veces que el precio se ha topado con esa línea roja del gráfico adjunto y el hecho de que en todas haya salido victoriosa la directriz bajista, ahogando con ello los sucesivos intentos de recuperación alcista, otorga a esta reciente ruptura al alza una fuerza adicional como señal del inicio de un posible cambio de escenario.
Ciertamente, no es que el valor haya dejado de ser bajista. Pero, desde luego, los que creemos en esto del análisis técnico nos vemos obligados a mirar al título con otros ojos. Tendencialmente, la verdadera prueba de fuego se encuentra más arriba, justo en la superación de esa línea naranja que cotiza en los 24 euros. Por ahí será donde se vea si estamos verdaderamente ante un cambio de escenario.
Pero, desde el punto operativo, habría mucho a ganar en ese eventual viaje hacia los 24 euros si se abren ahora las posiciones compradoras, sobre todo porque existe un soporte bastante fiable y cercano en la zona de los 19,45 euros que bien pudiera servir como stop inicial de protección de una estrategia compradora.