Parece bastante claro dónde está la resistencia a batir en Repsol. Esa banda de precio que marcamos en amarillo en la gráfica adjunta y que cotiza entre los 24,50 y los 25 euros viene siendo estos últimos meses el obstáculo que se interpone a los sucesivos intentos de continuidad alcista.
Aun así, sigue siendo la petrolera uno de los grandes valores nacionales con mejor aspecto técnico y quizá la mejor opción de cara a la operativa compradora a poco que se disipen las dudas en los mercados internacionales. De momento, vamos a esperar a ver cómo se comporta el precio ante un eventual e inmediato encuentro con esa directriz alcista azul que cotiza por la zona de los 23 euros y que constituye un eventual punto de giro al alza.
Si no aguantara, tendríamos que irnos hasta los 22 euros para encontrar el siguiente nivel de soporte.