Algunos analistas fundamentales dan ya prácticamente por sentado que alguno de nuestros grandes bancos tendrá que recurrir a la ampliación de capital, cuyo efecto en la cotización, caso de concretarse, es siempre una incógnita a priori.
Mientras estos rumores se concretan o no, los analistas técnicos andamos en ascuas con algo más real: tanto Santander como BBVA cotizan sobre el soporte horizontal que sirve de límite entre el bajismo cansino pero aceptable que vivimos desde comienzos de 2010 y el abismo que se despliega más allá y que va hasta los mínimos de 2009.
Esas líneas verdes que marcamos en nuestros gráficos semanales de cabecera han servido en el pasado reciente como muralla de contención que ha evitado que el deterioro técnico, en términos de largo plazo, llegara a mayores. Si en próximas semanas se perdieran con claridad, el descalabro subsiguiente podría ser mayúsculo.
Pero, como siempre ocurre en situaciones de este tipo, también cabe ver la botella medio llena y valorar la situación actual como una inmejorable oportunidad de compra con stop cercano a poco que las cotizaciones amaguen el rebote. No se trataría en este caso de compras seguidoras de tendencia, como las que hace un rato proponíamos en Jazztel, pero la ecuación riesgo-rentabilidad sería igualmente inmejorable, que no es poco.
Si en Wall Street logran dar por finiquitada su particular pauta correctiva iniciada en mayo, nuestros dos grandes bancos, a pesar de su bajismo de medio plazo, podrían ganar atractivo en la operativa.
Seguiremos los acontecimientos.