Lo hemos dicho por activa y por pasiva. Tanto hemos insistido en ello que reiterarlo una vez más puede parecer excesivo. Aun así, correremos el riesgo de aburrir al lector: mientras el S&P 500 no consiga cierres semanales solventes por encima de la cota de los 1.230 puntos, la corrección iniciada en el mes de julio seguirá viva, y los peligros que se encierran en tal situación (la posibilidad de asistir en el futuro inmediato al dibujo de una segunda onda bajista) continuarán suponiendo una amenaza latente.
En el muy corto plazo, incluso de cara a la sesión de hoy, la zona de precio a vigilar es aquélla que ronda los 1.190 puntos. Por ahí se han detenido las correcciones estos últimos días y por ahí veremos cuál es la verdadera relación de poder entre las fuerzas de alcistas y bajistas.
En la sesión de ayer, los últimos contaron con la inapreciable colaboración que supuso la mala lectura hecha por el mercado de los resultados de Apple. Veremos qué toca leer hoy.
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