Los primeros días del año invitan a los buenos propósitos. Se hace casi obligado compartir con los demás ideas positivas, por más que a veces cueste encontrarlas. Nosotros, imbuidos de ese espíritu optimista, y a pesar de ser conscientes de que las palabras crisis e incertidumbre serán inevitables compañeras de viaje de este 2012 que ahora comienza, les presentamos nuestros buenos propósitos bursátiles de la mejor manera que sabemos hacerlo: mediante un gráfico en el que aún puede mantenerse una visión alcista de nuestra bolsa.
Habrá quien no comparta esta visión y, desde luego, razones no le faltarán. Pero en la serie que adjuntamos y en las líneas que se describen en la misma no hay trampa ni cartón.
La idea básica, amablemente compartida por un lector, radica en tomar los mínimos de 2002 como el inicio de un gran mercado alcista, alcismo que se mueve en el seno de un amplísimo canal, por cuya base viene transitando la cotización estos últimos meses.
Los mínimos de 2003, 2009 y 2011 dan forma a esa directriz alcista azul que se marca, directriz que, como corresponde al adjetivo que la acompaña, define y delimita la visión alcista de muy largo plazo que queremos transmitir de nuestro índice director. Los sucesivos toques del precio con dicha directriz y el dibujo de velas con sombras inferiores alargadas en esos encuentros nos están diciendo que se trata de un soporte fiable.
Como soñar no suele costar dinero y sólo resulta peligroso cuando el sueño nubla nuestra correcta visión de la realidad, una vez superada esa directriz bajista roja que marcamos en la gráfica, quizá pudiéramos estar en el inicio de un nuevo ciclo de bolsa alcista que nos llevara camino de los 20.000 puntos del Ibex.
Como ven, hemos querido dejarles nuestros mejores propósitos. No pretendemos que crean que todas las dificultades están superadas. Se trata más bien de hacerles creer que no está todo perdido.
Seguiremos los acontecimientos.
