Los motivos por los que el mercado viene castigando últimamente y de forma especial la cotización de Telefónica seguramente nada tengan que ver con las sucesivas rebajas de rating que la compañía ha sufrido en estos meses.
Si aceptamos que la bolsa es una máquina eficiente de descontar hechos futuros, descuento que suele hacerse con la debida antelación, la debilidad que ahora destila la serie de precios debiera encerrar noticias negativas que aún están por conocer.
No somos nosotros los que nos vayamos a aventurar en un análisis de este tipo, nos gusta centrarnos en los aspectos meramente técnicos, aunque no faltarán lectores que tengan una opinión al respecto, a los que ya invito a exponerla sin miedos.
Técnicamente, la serie de Telefónica adolece de un evidente efecto dividendo. Los descuentos producidos en la cotización tras el pago del dividendo de noviembre y mayo han dibujado auténticos boquetes bajistas en la gráfica. Con ello, esta curiosa pauta estacional ha dejado toda una serie de fortísimas resistencias horizontales (bandas amarillas en el gráfico adjunto) que en algún momento serán noticia.
Pero, a día de hoy, la actualidad es otra bien distinta y pasa por el mantenimiento de la zona de soporte que cotiza en los alrededores de los 12,50 euros (línea verde). Telefónica está tocada, pero aún no está hundida del todo. El hundimiento, dicho sea en términos chartistas, vendría con la pérdida de ese soporte
Seguiremos los acontecimientos.
