Ibex 35 y Telefónica. Crucemos los dedos para no cruzar los soportes.

Hace unos años tuve el placer de oír (la escucha fue placentera sobre todo por las risas que me produjo) a cierto analista contar cómo él se había vuelto alcista en el Ibex justo el día 13 de marzo de 2003. Alguien con estas dotes adivinatorias y con tal precisión a la hora de cambiar su visión tendencial sobre un índice debería haber sido elevado a los altares bursátiles.

La gracia del asunto reside en el hecho de que el día anterior a esta mágica conversión el Ibex 35 marcó lo que serían los mínimos previos al inicio de la gran tendencia alcista que se desarrollaría hasta finales de 2007. Antes, en octubre de 2002, se había caído algo más abajo.

Técnicamente, la rotura alcista que ya suponía un primer atisbo de que el escenario bajista dibujado desde 2000 podía cambiar se produjo en junio de aquel mismo año, con la superación de la zona de los 6.700 puntos (véase línea horizontal marcada en la gráfica adjunta). Incluso entonces, el común de los mortales tuvo muchas dudas sobre las bondades del movimiento alcista que se estaba gestando. Quien viviera aquellos años posteriores al estallido de la burbuja tecnológica sabrá de qué estamos hablando.

De hecho, el que suscribe sólo se convirtió en un alcista combatiente a finales de 2004, cuando tras varios meses de lateralidad bajista el Ibex 35 consiguió superar los 8.500 puntos.

Telefónica retrasó algo más su particular paso del Rubicón y sería en agosto de 2003 cuando generara la señal alcista, justo con la superación de la zona de los 9,70 euros.

Nueve años después, estos niveles que hemos mencionado vuelven a estar de actualidad. Como analistas técnicos, el titular que nos importa no es tanto el de hacer notar que la bolsa española o nuestra principal multinacional cotizan a precios de hace una década, sino que lo de verdad nos interesa es que esos niveles que un día marcaron una ruptura alcista que desembocaría en un gran cambio de ciclo ahora deberían servir para frenar este asfixiante ciclo bajista que atenaza al mercado español.

El Ibex cerró el viernes por debajo de los 6.700 puntos. Sin embargo, en una serie que toma en cuenta rangos de miles de puntos, no nos vamos a poner quisquillosos por un cierre semanal que se produce sólo algo más de cien puntos más abajo. No nos gusta ni un pelo, pero le vamos a conceder el beneficio de la duda, a la espera del dibujo que se produce en las semanas inmediatamente posteriores.

Telefónica, por su parte, lucha a brazo partido por aguantar sobre esa zona de los 9,70-9,50 euros. También ahora parece llevar cierto retraso respecto al Ibex, aunque sea casi inapreciable.

Estamos en momentos importantes desde el punto de vista técnico. Y lo son básicamente porque, si se pierden con claridad las zonas de precio comentadas, entraremos en un terreno huérfano de referencias gráficas, situación que las cotizaciones acostumbran a resolver buscando precisamente esas referencias. No las encontrarían hasta llegar a la zona de los 5.500 puntos del Ibex o los alrededores de los 7,50 euros de Telefónica.

Crucemos los dedos y estemos atentos a los acontecimientos.

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