Leía hoy por ahí que España ha entrado oficialmente en recesión. Ya sé que se trata de un término técnico que necesita de dos trimestres con crecimiento negativo para ser declarado como tal. Pero este tipo de noticias no deja de reafirmarme en mi creencia sobre el análisis técnico como el método más válido para la operativa bursátil. Y es que allá por diciembre de 2.007, cuando el Ibex 35 andaba por los 16.000 puntos, el mercado decidió que había llegado el momento de vender, haciéndolo con tanto empeño que en menos de un año nuestro índice director había perdido un cincuenta por ciento de su capitalización. Una vez más, el mercado y la cotización (la variable que fundamenta el análisis técnico) habían actuado como indicador adelantado de lo que estaba por venir.
Y enlazando este tema con otra cosilla que he leído por ahí, resulta que la Reserva Federal de los Estados Unidos ha dejado hoy caer que quizá a finales de año la economía comience el lento caminar que la lleve a salir de la crisis. Si las bolsas vuelven a cotizar por adelantado las cifras económicas que aún están por venir, también en algún momento el mercado nos mostrará que de verdad se cree que esa recuperación está en el horizonte. Hay incluso quien cifra este adelanto de las bolsas sobre los datos económicos en seis meses. Yo no llego a tanto, prefiero esperar a ver cómo el gráfico nos avisa de las creencias del mercado.
Y el gráfico de nuestro Ibex 35 muestra un bonito rebote desde esa zona de soporte, haciendo hoy buena la pauta de velas dibujada en días pasados. Ahora, la referencia por arriba cotiza en la zona de los 9.180 puntos, donde le espera una resistencia horizontal. Un poco más arriba, la resistencia dinámica que representa la directriz bajista nacida en mayo (línea roja) puede ser una buena piedra de toque para saber la fortaleza de este rebote.
