En la sesión del jueves, el Ibex 35, tras perder la directriz alcista nacida a principios de agosto, puso a prueba el soporte horizontal de los 7.560 puntos (línea verde en la gráfica intradiaria del cfd sobre el índice). Esa zona que fuera resistencia no hace mucho hizo buena una vez más la regla chartista que proclama el cambio de papeles de toda barrera, una vez superada, por el de sostén para los precios en futuros retrocesos.
Esta corrección iniciada tras sendos intentos fallidos de superar la zona de los 8.230 puntos ha llegado al límite de lo aceptable. Tal y como se aprecia en la gráfica diaria del contado sobre el Ibex, se habría dibujado un perfecto paso atrás hacia la zona en la que confluyen la directriz bajista superada (línea roja) y esa línea negra que cotiza en los alrededores de los 7.600 puntos.
Hasta ahí, y a pesar de que en gráfico diario se vislumbra ya un segundo y peligroso impulso bajista desde que se iniciara la caída en los comentados 8.230 puntos, podemos aceptar que los alcistas se han tomado un merecido descanso tras el mucho empeño puesto en tirar de las cotizaciones hacia arriba desde finales de julio.
En un afán por otorgarles nuestra confianza, nos permitimos dibujar en la gráfica cortoplacista del cfd una nueva directriz alcista, justo la que habría pasado la prueba de fuego del tercer toque victorioso con el precio en ese retroceso del jueves.
Si se pierden en cierres los 7.560 puntos, el aspecto técnico del índice habría empeorado considerablemente. Aunque los bajistas deberían enfrentar todavía el soporte de los 7.420 y, sobre todo, el de los 7.180 puntos, su dominio de la situación empezaría a sobrepasar los reducidos límites del muy corto plazo para adentrarse en el corto plazo puro y duro.
En definitiva, si bien la última frontera cotiza en el mantenimiento en cierres de los 7.160-7.180 puntos, con lo visto el pasado jueves hemos llegado al límite de lo aceptable para que el aspecto técnico del índice no se enturbie demasiado.
Seguiremos los acontecimientos.