No debemos borrar de nuestros gráficos de cabecera una línea directriz que se ha mostrado sobradamente eficiente por el mero hecho de haber tenido un momento de debilidad y haber asistido a un cruce a la baja de la misma, seguido de una rápida recuperación. La experiencia nos demuestra que esos episodios no anulan la virtualidad de la directriz para futuros encuentros con el precio.
Y precisamente por eso seguimos manteniendo como viva en nuestra gráfica de cabecera de corto plazo del cambio Euro/Yen esa directriz alcista azul nacida a finales de julio. Digamos que, tras un momento de debilidad, los alcistas se han repuesto y siguen ejerciendo el control del corto plazo.
Tanto es así que a estas horas de la mañana se permiten asomar la cabeza por encima de esa directriz bajista (línea roja) que ha venido guiando la corrección iniciada a mediados de septiembre. La superación del nivel de los 102,80 yenes supone la prueba del nueve de la bondad de esta rotura alcista. Si esa cota se supera, el escenario más probable pasaría por la búsqueda de nuevos máximos más allá de los que dieron lugar al inicio del movimiento correctivo.
Dado el paralelismo existente en el corto plazo entre el comportamiento del Euro y el de las bolsas, ¿está anunciando esta rotura alcista que ahora se insinúa en la divisa europea el final de la corrección en los mercados bursátiles? Es una idea que no cabe desdeñar y que habrá que seguir muy de cerca.
