Jornada de leves descensos y escaso rango intradiario la vivida hoy en las principales bolsas europeas, como corresponde a una sesión de resaca tras el miércoles negro de ayer. Somos conscientes de que, al emplear esta expresión un tanto altisonante, nos estamos tomando ciertas licencias más propias de periodistas sensacionalistas que de analistas serios. Aunque ayer se cayó con relativa fuerza, no por ello se rompió nada que pueda afectar a la tendencia alcista de medio plazo que disfrutan los parqués alemanes, ingleses o neoyorquinos. Digamos que lo de ayer fue algo así como una manifestación un tanto exagerada del dominio que los bajistas ejercen sobre el muy corto plazo, desde que a mediados de septiembre se iniciara la onda correctiva en la que aún estamos inmersos.
Dando todo eso por sentado, la sesión de hoy sí ha servido, sin embargo, para dibujar un cruce a la baja en el Dax alemán de la directriz alcista nacida a principios de junio. Recordando lo dicho esta mañana en nuestro análisis en tiempo real, podríamos afirmar que con esa ruptura el índice alemán nos está diciendo que ahora mismo tiene más peso la lateralidad correctiva que supone el canal de líneas rojas que marcamos en su gráfica que el alcismo que representaba la directriz perdida.
No es que estemos ante un cambio radical de escenario, pero no deja de ser un dato a tener en cuenta, sobre todo si ese canal que enmarca la onda correctiva se pierde por abajo, ya que en ese caso la siguiente referencia gráfica relevante para el Dax se sitúa en la zona de los 6.900 puntos. Los que trabajen con derivados sobre el índice sabrán bastante bien lo que esto supone.
Nuestro Ibex no ha hecho hoy otra cosa que confirmar que la ruptura que ayer se produjo de la directriz alcista nacida en agosto no iba a ser flor de un día. Entra con ello el índice en una cascada de soportes de corto plazo, y es de suponer que alguno de ellos servirá como freno para las caídas. Pasemos a enumerarlos: los 7.600-7.580 (línea negra en la serie), la banda de precio que va de los 7.435 a los 7.535 puntos (huecos alcistas de las primeras sesiones de septiembre) y, por último, la zona de los 7.160-7.180 puntos.
Aunque no nos gusta especialmente el aspecto que el Ibex va adquiriendo, hoy estamos generosos y aceptamos conceder a este último soporte mencionado el carácter de ser la última frontera. Si se pierden los 7.150 puntos (por redondear un poco), el movimiento al alza iniciado este verano habrá pasado definitivamente a mejor vida. No quiero decir con ello que lo que venga después sea una caída más allá de los mínimos de julio, pero lo que haya de venir ya no será consecuencia del doble suelo veraniego.
En cuanto al CAC francés y el Footsie 100, ambos coinciden hoy al cierre en hacerlo justo sobre la directriz alcista nacida a finales de julio. ¿Rebotarán desde ahí? La respuesta seguramente no estará en sus manos, sino en las de los índices directores de Wall Street y en el cierre de esta noche al otro lado del Atlántico. Tendremos ocasión de verlo más tarde.
Para finalizar, un detalle fino para los que gustan del análisis técnico. Desplieguen la gráfica del Dax que acompañamos y observen las barras de volumen que se destacan. La primera es del quince de junio, cuando el índice andaba por los 6.200 puntos. La segunda es del día 21 de septiembre, cuando casi tocaba los 7.500. Con la primera se ponían las bases para la subida, la segunda dejó marcados los máximos que dieron inicio a la corrección. Si alguna vez tienen que explicar a alguien en qué consiste eso de la acumulación y la distribución, sin recurrir a inútiles indicadores, aquí tienen un buen ejemplo.
Seguiremos los acontecimientos.