Si es verdad que existen dulces derrotas, podríamos decir que el nivel de los 13.600 puntos del Ibex (antigua resistencia convertida en soporte) ha sufrido algo así como una dulce rotura. Lo que ayer no era más que un punto por debajo al cierre se ha confirmado hoy con claridad, haciéndolo además dejando un hueco bajista en gráfico diario. Pero tanto el aspecto final de la vela diaria, como lo escaso del volumen que ha acompañado a esta rotura, hacen que las cosas puedan verse con un regusto no demasiado amargo.
Ya hace algún tiempo que venimos diciendo que seguiremos creyendo que nuestro mercado ha hecho un suelo mientras no se pierda en cierres el nivel de los 13.045 puntos, y en esa idea nos mantenemos.
Desde los mínimos de enero vivimos una lateralidad alcista en la que conviene moverse con rapidez para conseguir arañar algún euro al mercado. Estos próximos días quizá aclaren algo el panorama, más por lo que pudiera ocurrir al otro lado del Atlántico que por lo que nuestro mercado pueda hacer. Desde aquí, como siempre, seguiremos los acontecimientos.