Lo hemos dicho muchas veces y Gamesa nos está brindando estos días un claro ejemplo: el cruce de una directriz bajista de forma lateral carece de significado alguno. Nunca debe extraerse de tal circunstancia la conclusión de haber asistido a una señal alcista en toda regla y a la consecuente señal de compra.
Observen la gráfica que acompañamos y comprueben cómo el precio viene coqueteando estos días más allá de los dominios de esa directriz bajista (línea roja) de medio plazo. Sin embargo, esos escarceos se producen mediante un movimiento lateral de los precios y no dibujando un contundente cruce al alza mediante velas que den verticalidad a la cotización. Así las cosas, es como si nada hubiera sucedido y no sería extraño ver cómo en el futuro más inmediato el precio vuelve a rendir tributo a esa directriz bajista, directriz que, por supuesto, nos negamos aún a eliminar de nuestro gráfico de cabecera.
Cuando se produce una situación así, lo mejor es aplicar a la cotización la prueba del nueve de superar un nivel de precio cercano en el que asimismo habite una resistencia. Esa línea naranja que marcamos ha frenado en el muy corto plazo los últimos intentos de ruptura al alza. Coloquemos, pues, en la superación clara y en cierres de los 1,80 euros la señal definitiva. Sólo con esa premisa cumplida, aceptaríamos la posibilidad de abrir estrategias compradoras oportunistas en Gamesa.
Por si acaso, no dejen de vigilar esa línea azul que viene consiguiendo que los precios no retornen a la senda de las bajadas.
