Lo decíamos a primera hora: el negativo efecto que la dimisión de Monti estaba teniendo sobre nuestro Ibex 35 venía a coincidir con el enfrentamiento de resistencias relevantes en el corto y medio plazo por parte de no pocos grandes valores nacionales.
BBVA puede ser el mejor ejemplo de esta confabulación bajista. El valor atacaba la semana pasada esa directriz bajista nacida en la primavera de 2010 y que marcamos en la gráfica semanal que se adjunta con una línea naranja. No es la bajista primaria de largo plazo, pero sí la que viene impidiendo estos últimos años que los sucesivos intentos de recuperación alcista acaben teniendo éxito.
Vuelvan ahora su mirada hacia la gráfica diaria (la de la derecha de las que acompañamos). En las proximidades de los 6,70 euros habita una resistencia horizontal de corto plazo que ha obligado a la cotización en cada acercamiento a dejar ese significativo tipo de velas que marcamos y que denotan equilibrio de fuerzas en esa zona de precio y techo temporal de mercado.
El hueco bajista con el que hoy hemos abierto, además de dejar en la zona de los 6,57 euros una resistencia para futuras recuperaciones, podría ser el pistoletazo de salida de un nuevo viaje a la baja en busca del soporte que supone la directriz azul que se marca.
Llegan noticias de Italia en las que nos cuentan que los títulos del sector bancario han sido suspendidos de cotización, a fin de evitar males mayores. La maltratada Europa periférica, en su versión bursátil, escribe hoy otro capítulo maldito.
