Los seis grandes del Ibex 35

Corría el año 1992 y tenía que elegirse un número que acompañara al Iberia Index, que es el nombre completo de ese índice al que todos conocemos por su acrónimo de Ibex. El treinta ya se lo habían apropiado los alemanes para su Dax, y otro tanto habían hecho los franceses con el cuarenta para para el CAC parisino. Encontrar cuarenta y cinco valores dignos de poblar el índice de referencia de la bolsa española parecía excesivo, ya que sin duda hubiera obligado a incluir no pocos chicharros. Sobre el veinticinco ya tenían derechos reservados los holandeses. Veinte era un guarismo algo escaso, un número que decía poco de un proyecto que comenzaba una andadura tan ilusionante, y que, sin embargo, les vino como anillo al dedo a los portugueses para apellidar a su PSI sólo unos meses después.

La cosa estaba clara: el Iberia Index tenía que componerse necesariamente de treinta y cinco valores. Pero no se engañen, los destinos de nuestro Ibex 35 están en las manos de seis valores, el resto no son más que extras, necesarios como atrezo, pero prescindibles. Santander, Telefónica, Inditex, BBVA, Iberdrola y Repsol suman más del 75 por ciento del total.

Echemos un vistazo a la situación técnica de este Ibex 6 ahora que acaba la semana.

No acaba de arrancar el motor del Ibex. Esta elocuente frase nos servía hace unos días para titular nuestro último análisis del Santander. En gráfica pura (sin ajuste por dividendos o ampliaciones), el precio se encuentra demasiado alejado de la zona de los 6,35 euros en que se marcaran los máximos de mediados de septiembre, los mismos que dieron paso a la onda correctiva en la que todavía anda sumida la bolsa española.

En la superación en cierres de los 6,03 y de los 6,20 euros cotizan las resistencias horizontales más inmediatas. Antes los alcistas tendrán que lidiar con esa directriz bajista de muy corto plazo que marcamos en naranja en la serie adjunta. Sería bueno que esa alcista que coloreamos en azul aguantara en el futuro posibles retrocesos.

Y, si el patrón del barco no acaba de arrancar, el segundo de a bordo no anda mucho mejor. Telefónica bastante tiene con no perder en cierres el soporte horizontal que cotiza en la zona de los 9,75 euros (línea azul). De hecho, lleva prácticamente dos meses sesteando entre ese soporte y la resistencia que cotiza en los alrededores de los 10,50 euros (primera banda amarilla). Más arriba siguen esperando -deben andar ya bastante cansados de tanta espera- los 11,25 euros en los que se dejó una resistencia horizontal en la sesión del 26 de septiembre, aquella aciaga jornada en la que una serie de huecos bajistas generalizados dejaron claro que la corrección iba a ser algo más que un simple retroceso de unos pocos días.

Nos van a permitir que retoquemos algo nuestra gráfica de cabecera en Inditex. El propósito no es otro que seguir manteniendo una directriz alcista acelerada en el corto/medio plazo, la azul que sirve de base a ese prometedor canal alcista. Leía en alguna parte hace poco, coincidiendo con la reciente presentación de resultados de la compañía, que las cuentas de Inditex habían perdido su capacidad de sorprender al mercado. A mí, tengo que decirlo, la capacidad de Inditex para desarrollar esa tendencia alcista estos últimos años, en un entorno nada fácil ni en lo bursátil ni en lo económico, no deja de sorprenderme.

Inditex, como valor que cotiza en bolsa, me tiene enamorado. Otra cosa bien distinta es que yo comparta su política empresarial, algo que,por otra parte, queda al margen del objeto de esta página. No sería yo quien le diera el premio de empresario del año a Amancio Ortega. No me vale como modelo a seguir esa deslocalización salvaje que las grandes multinacionales vienen realizando. Ropa barata en el primer mundo, a cambio de jornadas de doce horas, seis días a la semana, en Marruecos, Filipinas, China o Perú, puede ser el mejor modelo de negocio posible para los tiempos que corren, pero, desde luego, no es el deseable ni digno de ser premiado.

Tras irnos por los cerros de Úbeda, volvemos al análisis técnico puro y duro. Y qué mejor forma de hacerlo que presentándoles al mejor blue chip nacional en el corto plazo. Echen un vistazo a la serie de BBVA y comprueben cómo la cotización ha conseguido saltar esa barrera que habitaba en la zona de los 6,70 euros. Si el Ibex decide tener un positivo final de año, este banco puede ser la mejor apuesta entre los elegidos miembros del Ibex 6.

Tras apoyarse una vez más en la zona de soporte que cotiza en los alrededores de los 3,70 euros, Iberdrola nos ha dejado un bonito rebote semanal, adornado por hasta tres sesiones en las que se vieron huecos de apertura alcista. El cierre semanal ha colocado al precio justo sobre esa directriz bajista nacida hace aproximadamente un año.

Como buenos guionistas, los pintores nos han dejado un final de capítulo que ya está haciendo que deseemos ver el siguiente. El lunes veremos qué es capaz de hacer la eléctrica.

Los efectos del despojo llevado a cabo por el gobierno argentino sobre la participación de Repsol en YPF aún se hace sentir en la gráfica. El pánico que aquella decisión produjo en los operadores quedó sobradamente manifestado en el dibujo de ese amplísimo hueco bajista que marcamos en la serie adjunta con una banda amarilla.

Recientemente la cotización ha vuelto a penetrar en ese campo minado que cotiza entre los 16,25 y los 17,50 euros. Sólo con la superación de este último nivel de precio podremos afirmar que, al menos en términos bursátiles, Repsol ha superado el «efecto YPF». Ayudará mucho ver cómo el valor es capaz de mantenerse por encima de esa directriz azul que marcamos.

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