Son poco más de las doce de la mañana y aún es pronto para saber cuál pueda ser el aspecto final de la vela diaria. A estas horas, la ruptura al alza de la zona de los 8.230 puntos en la que se dejaron marcados los últimos máximos relativos es inapelable. Pero eso no quiere decir que estemos a salvo de acabar viendo un fallo alcista en esa zona de resistencia en lo que resta de sesión. Es lo que tienen los análisis en tiempo real, que siempre es necesario dejar abiertas todas las posibilidades.
En esa zona de los 8.230 puntos que ahora superamos holgadamente, tras sendos intentos fallidos de superarla, se inició la gran onda correctiva que estos últimos meses nos ha sumido en el aburrimiento, sembrando por momentos la inquietud ante un posible reinicio de las caídas contundentes.
Otras bolsas europeas hace ya días que gozan de su particular rally de fin de año. En Estados Unidos amagan también el comienzo de las compras navideñas. La bolsa española está poniendo las bases para sumarse a la fiesta.
Si esos 8.230 puntos se superan con claridad en cierres, la corrección habrá terminado. Podrán verse después retrocesos que hagan cotizar al Ibex 35 por debajo de esa cota, pero no formará ello ya parte de esta onda correctiva que agoniza, sino que serán pasos atrás que convendrá valorar pero que tendrán que ver con el segundo impulso al alza que ahora comenzamos a dibujar.
El primer gran impulso alcista tras los mínimos del verano dio paso a la corrección. Ahora, si finalmente vemos en cierres cómo la misma acaba muriendo, entraríamos de lleno en un gran segundo impulso al alza. Dónde nos lleve y cuánto dure es algo que habrá que ir viendo sobre la marcha.