Bastará con que echen un vistazo a la gráfica que se adjunta para que estén de acuerdo con nosotros en que estos retrocesos que se ven estos días en el Ibex 35 son bastante lógicos. Incluso nos atreveríamos a decir que, siempre que la corrección de muy corto plazo no se desmelene demasiado, este paso atrás posibilitará que los alcistas encuentren las fuerzas necesarias para atacar la gran banda de resistencia que marcamos y que cotiza entre los 8.775 y los 9.225 puntos.
Ahí será donde el Ibex juegue el verdadero partido en términos tendenciales. Quizá haya sido mejor que se dibuje este descanso en las inmediaciones de esa banda de resistencia en vez de haberse adentrado en la misma con la verticalidad que se venía acumulando.
Anoten dos niveles que manejamos en nuestros análisis del índice como posibles soportes que pudieran detener la minicorrección que ahora vivimos. El primero cotiza en el mantenimiento en cierres de los 8.450 puntos y constituiría, por decirlo coloquialmente, la opción más blanda. El segundo coincide con el hueco de escape alcista de principios de año y habita en el mantenimiento en cierres de los 8.165 puntos. Llegar hasta este nivel sería la opción más dura y la que más dudas nos generaría.
Y es que siempre que se produce un retroceso, sobre todo si se da con cierta profundidad en las caídas, aletea en el aire la posibilidad de que lo que realmente se esté produciendo sea un cambio en la tendencia. No es nuestro primer escenario para el corto plazo, ni mucho menos, pero si el Ibex se decide por la opción más dura aparecerán inevitablemente las dudas y los temores.
Seguiremos los acontecimientos.