Mientras el Ibex 35 se dedica a consolidar, acaso preparándose para el asalto final que le lleve a las puertas del enfrentamiento con los 9.200 puntos, Telefónica también se toma un descanso. En el caso de la teleco, hay importantes motivos técnicos para ello. Y, si creen que esto es otra típica afirmación gratuita para mantener a los lectores pegados a la pantalla, echen un vistazo a las series que adjuntamos a este análisis.
La de la izquierda nos muestra una visión tendencial de largo plazo, como se corresponde con una gráfica semanal. Tras esa sucesión de anodinos apoyos en la zona de los 9,75 euros (línea negra), el valor dio una prueba de vida, consiguiendo con ello llegar hasta esa directriz bajista que marcamos con la línea naranja. Y justo ahí el precio se ha detenido.
Desplieguen ahora la gráfica de la derecha, en velas diarias, y vean más detalladamente en qué ha consistido ese encuentro entre la cotización y la directriz bajista de medio plazo que comentamos, aquí marcada en rojo. El potencial bajista de esa directriz se ha visto considerablemente aumentado al confluir con la resistencia horizontal de corto plazo que cotizaba en la zona de los 11,25 euros (banda amarilla), fruto de un hueco bajista de finales de septiembre.
Pero, y aquí es donde reside la esperanza, ese potencial bajista del que hablamos no ha conseguido tirar los precios. La cotización se ha detenido, pero no ha retrocedido de forma apreciable. Se diría que los alcistas velan sus armas antes de lanzar el ataque que les haga franquear esas resistencias. En el fondo, se denota cierta fortaleza en el muy corto plazo.
Y el concurso de Telefónica será del todo punto necesario para acabar de dar forma a ese gran cambio de tendencia en la bolsa española sobre el que venimos especulando por aquí últimamente. Se me hace muy difícil imaginar un escenario en el que el Ibex 35 consiga superar los 9.200 puntos y dirigirse en busca de barreras que cotizan más arriba sin que Telefónica arrime el hombro.
Seguiremos los acontecimientos.
