Cuando un valor no puede superar una resistencia especialmente relevante, la mayor parte de las veces necesita dibujar un retroceso en busca de soportes desde los que poder reconstituirse al alza en busca de otro intento alcista.
Si en ese paso atrás lo que se produce es, en cambio, la pérdida de soportes significativos, lo que entonces sucede es un considerable enturbiamiento del aspecto técnico.
Sacyr, con el reciente cruce a la baja de la zona de los 1,58 euros, ha dado un firme paso adelante por el camino del empeoramiento de su aspecto técnico en el corto plazo, ya de por sí suficientemente deteriorado en los plazos más largos.
Si la gran asignatura pendiente de la cotizada sigue siendo el conseguir superar con claridad la zona de los 2,01 euros, en las distancias cortas la banda de precio que va de los mencionados 1,58 a los 1,62 euros constituye la barrera a batir.
Considerando que el soporte con mayúsculas no se encuentra hasta los 1,21 euros, el lector podrá entender fácilmente el peligro que atesora la serie. Un valor bajista que da señales evidentes de debilidad en el corto plazo y cuya serie marca un amplio margen de caída no es el lugar más recomendable. Y justo en días de rebote, como el que se vive esta mañana, es cuando hay que incidir con más fuerza en este mensaje.