No es el titular que merecería una ocasión como esta. Insinuar la peligrosa cercanía del traicionero mes de mayo ahora que el S&P 500 ronda los 1.600 puntos, justo cuando se ha conseguido superar la barrera que marcó el final de los últimos dos grandes ciclos de bolsas alcistas (los techos de mercado de 2000 y 2007), no deja de ser en parte un gratuito intento de atemorizar a los lectores.
Con la madre de todos los índices en estos niveles de precio tocaría desempolvar ese vino guardado durante años para una ocasión especial, lanzar al viento cohetes y campanas y echar mano de grandilocuentes palabras que recalquen no sólo que en Wall Street cotizan en máximos históricos, sino que no se atisba peligro alguno en el horizonte ni señal de debilidad en el bando alcista, absoluto dominador de todos los plazos.
Y, sin embargo, nosotros, guiados en parte por un egoísta deseo de originalidad y en parte por la obligación que todo analista tiene de mirar siempre más allá, preferimos hoy recordar a nuestros lectores que mañana mismo comienza un mes de mayo habitualmente bajista en las bolsas, que además coge al S&P 500 justo en la parte alta de sendos canales alcistas, lugar y tiempo por tanto especialmente apropiado para asistir al desarrollo de una onda correctiva.
Pulsen sobre el gráfico adjunto y echen un vistazo a los detalles que se marcan. El mes de mayo de estos tres últimos años ha coincidido siempre con una apreciable corrección que llevó a los precios camino de soportes. Es cierto que en 2010 y 2011 fueron bastante más apreciables los dañinos efectos del mes de las flores, limitándose el año pasado a un ligero retroceso en el seno de ese canal interior que marcamos con líneas verdes. Pero, en todos los casos, los bajistas hicieron acto de presencia.
La interrogante que se plantea invita a elucubrar sobre este mayo que mañana comienza. Las cotizaciones, eso es innegable, están en un punto propicio para la corrección. Las pautas estacionales no son dogmas de obligado cumplimiento y bien pudiera el S&P 500 seguir subiendo más allá de los dominios de esos canales que se marcan en la serie, dejando la necesaria corrección para otras fechas.
Sin embargo, conviene tener en cuenta la posible amenaza. Nuestros argumentos no son concluyentes, pero tampoco es asunto que deba despreciarse sin más.
Seguiremos los acontecimientos.