Bienvenidas sean las correcciones, porque de su mano vendrán las futuras oportunidades de compra.
Todos estamos de acuerdo con esta bienaventuranza bursátil y, sin embargo, cada vez que las correcciones asoman la cabeza en una serie de precios netamente alcista, el sentimiento que nos suele invadir no es el de la emocionante espera de esa oportunidad que el mercado puede brindarnos en el futuro más o menos inmediato, sino el temor a un gran cambio de tendencia que convierta al valor en cuestión en bajista.
Como siempre, lo que acabará decidiendo el lado al que se incline la balanza será el respeto de soportes especialmente relevantes desde el punto de vista tendencial.
Si echan un vistazo a la gráfica semanal que acompañamos de Inditex, convendrán con nosotros en que ese precio en todo lo alto del canal alcista que definen las líneas azules llevaba meses pidiendo a gritos la corrección que finalmente ha venido.
Incluso estamos seguros de que ya habrán fijado su atención en la parte baja de ese canal azul como punto al que el precio debería tender en próximas semanas y lugar especialmente apropiado para retomar las alzas.
Con valores con tanta revalorización acumulada como la que atesora la textil gallega en estos últimos años todo es posible. Podría la cotización dibujar una onda correctiva de mayor calado y buscar, por ejemplo, el soporte que habita en los alrededores de los 70 euros (banda amarilla en la serie). Pero eso es mucho elucubrar, ya que en los alrededores de los 90 euros que se han tocado esta semana habita igualmente un soporte menor (línea negra).
En definitiva, si el precio toca la directriz alcista azul y amaga la vuelta al alza, la ocasión la pintarían calva.