Aunque estemos casi a un euro de distancia y la lejanía le reste actualidad a la idea expresada en el título, una mirada tendencial al Santander en gráficos puros (aquéllos que no se ajustan por el pago de dividendos o el descuento de derechos) no puede arrojar otra conclusión que la expuesta: el valor que guía los destinos del Ibex 35 sólo dejará el adjetivo bajista de lado cuando el precio consiga cierres semanales claros por encima de esa línea horizontal que marcamos en la gráfica adjunta (pulsa sobre el gráfico para obtener una vista detallada).
Únicamente con esa premisa cumplida (la superación de los 6,65 euros) se encontrará el valor en disposición de atacar la directriz bajista primaria (línea roja) que habita en los alrededores de los 8 euros. Antes de que todo esto ocurra, y aquí el análisis entra de lleno en el corto plazo, el precio deberá batir esa línea naranja que marcamos, una directriz bajista que ha tenido ya ocasión de demostrar su capacidad de freno para la cotización en el pasado y que en la semana que mañana comienza puede ponerse de rabiosa actualidad.
Seguiremos los acontecimientos.