Poderosas razones debe tener el mercado para detestar tanto los títulos del Banco Popular. Si la afirmación les parece exagerada, bastará recordar un dato: lejos de sumarse a la vuelta al alza que protagonizaron las bolsas en el año 2012, el valor emprendió por aquellas fechas una aceleración de la caída.
La directriz bajista que marcamos en rojo en la gráfica adjunta es solo una de las muchas que pueden trazarse en la serie de largo plazo. Lo que de verdad nos importa ahora mismo es la proximidad del precio a entrar en eso que los analistas técnicos llamamos caída libre, y que viene a ser una forma elaborada de referirse a un descalabro histórico.
Cuando un valor entra en caída libre, es decir, cuando los precios cotizan en niveles nunca antes vistos, poco podemos decir en el análisis. Por definición, tanto la caída como la subida libre son territorio desconocido.
Jugar a ponerle cifras a la caída, intentando averiguar dónde pueda detenerse la sangría es una actividad inútil. Toca, pues, esperar, observar e intentar identificar en el futuro una pauta de vuelta al alza fiable.
No caigan en la tentación de comprar algo por el simple hecho de que esté barato. Como decíamos ayer en el caso de Arcelor, todo es susceptible de seguir bajando mientras cotice por encima de cero.
Seguiremos los acontecimientos
(Pulsa sobre el gráfico para obtener una vista detallada)
