La formación de velas bajista dejada por el gráfico del S&P 500 ha de someterse, como siempre, a la prueba del nueve de su desarrollo en sesiones posteriores. Desde aquí apostamos por una necesaria corrección de corto plazo de las última subidas, y por eso ayer abrimos una estrategia bajista en uno de los valores de nuestro Ibex 35. Saber hasta dónde llegará es un ejercicio inútil por imposible. Se abren cortos y se sigue al mercado. Si es una simple corrección y toca cerrar con escasas ganancias o a la par, pues se cierra. Si después resulta que es algo más, y que ese canal rojo tiene el firme empeño de perpetuarse, pues mejor que mejor.
Por arriba, el nivel de los 880 puntos es la resistencia horizontal que consideramos de verdadera importancia. La directriz bajista roja se constituye como resistencia dinámica infranqueable en cierres, hasta el momento, desde septiembre del año pasado.
Por abajo, cierres por debajo de los 805 puntos anularían la lógica tendencial de máximos y mínimos crecientes y sería un serio aviso de debilidad alcista en el corto plazo.