Sesiones como la vivida este último viernes, con un considerable incremento de volumen, siempre dejan en el aire esa dicotomía en la que no sabemos muy bien si lo visto obedece a una acumulación previa a nuevas subidas o, por el contrario, estamos en presencia de un proceso de distribución previo a una corrección de mayor calado.
Por definición, se acumula en los suelos y se distribuye en los techos de mercado. Pero también es cierto que se producen procesos de acumulación en el seno de las ondas correctivas, previos a la continuidad de la tendencia alcista, tendencia que es la que ahora mismo domina el corto plazo de las bolsas.
Así las cosas, son posibles las opiniones más variadas: desde la creencia en el inminente inicio de una nueva onda alcista, basada en el volumen que acompañó a velas tan alcistas como la dejada por nuestro estrecho Ibex 35 el viernes; hasta el mantenimiento de posturas bajistas amparadas en la imposibilidad de superar resistencias por parte de series como la del Futuro del Dax o el Dow Jones Industrial y el dibujo de velas, también con volumen alto, indicadoras de equilibrio de fuerzas en el mercado.
Desde aquí seguimos creyendo como hipótesis más probable la de una profundización en la corrección, que lleve a los índices directores a testar soportes que cotizan más abajo. Pero, como siempre, si el mercado nos desmiente, no dudaremos en cambiar de opinión con la velocidad que las circunstancias requieran.
Por último, y para ilustrar esta reflexión, hemos elegido el gráfico del Dow Jones Transportes. Quizá sea uno de los que mejor defina la situación: imposibilidad de superar resistencias unida al mantenimiento de soportes, rodeado todo ello de un enorme potencial, tanto al alza como a la baja, en función del sentido en el que se defina el mercado.
Seguiremos los acontecimientos.
