Los empleados que trabajaban esta mañana en la Torre Serrano de Madrid, entre los que se cuentan los de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, aseguran haber sentido un temblor, como un pequeño terremoto. Y esto en plena subida libre de medio plazo y en las vísperas de una cuádruple hora bruja, con datos económicos que, un día sí y otro también, baten las expectativas.
Y digo yo, a pesar de todo eso, ¿hay motivos para temblar? Personalmente, y por técnico, siempre cabe argumentar que la simple cercanía a resistencias es ya un motivo para la cautela. Pero, también por técnico, no hay señal alguna de debilidad alcista. Así que habrá que esperar y ver si lo de esta mañana es algo así como un presagio sobrenatural.