En el gráfico de más abajo del Banco de Santander muchos verán motivos para pensar que el alcismo es ya el único discurso posible en este mercado. Yo, en cambio, veo en ese gráfico precisamente los motivos para creer en lo inmediato de una corrección proporcional a lo mucho y rápido que se ha subido.
Exuberancias irrracionales como la que marca ese estrecho canal alcista azul deben ser digeridas por el mercado tarde o temprano. No digo yo que el Santander no valga lo que cuesta, pero la historia bursátil nos muestra que estas subidas tan aceleradas necesitan de correcciones que renueven la sangre y, en definitiva, potencien la propia tendencia alcista de cara al futuro.
La conjunción de resistencias, o la cercanía a las mismas, que actualmente vivimos en el mercado (1.100 puntos del S&P 500, 10.000 del Dow Jones Indutrial o los 12.000 de nuestro Ibex 35) hacen de este momento el más propicio para iniciar esa corrección de cierto calado.
Pero todo esto, por más que sea nuestra creencia y nuestra visión del mercado, no pasa de ser una hoja de ruta pendiente de ciertas condiciones para darla por realizada. Y esas condiciones, como ya hemos dicho muchas veces últimamente, pasan por la pérdida de niveles de soporte relevantes.
Seguiremos los acontecimientos.