Finalmente el maquillador de final de trimestre ha aparecido esta tarde para conseguir, entre otras cosas, que el futuro del Eurostoxx 50 logre mantener la cotización en el interior del canal que marcamos con líneas verdes en nuestro gráfico, justo el que se corresponde con la subonda alcista iniciada a mediados de agosto.
Sin embargo, por arriba, esa línea directriz bajista roja sigue cumpliendo con su cometido de freno para el precio. El nivel de los 2.900 puntos se está convirtiendo en un hueso duro de roer desde mediados de este mes de septiembre.
Un poco más arriba, la línea naranja que constituye la resistencia ascendente que viene moderando la verticalidad de la subida y que formaría con la azul inferior una pauta en forma de cuña alcista.
Hasta ahí el análisis propiamente dicho. En cuanto a lo que pueda venir, establecemos, desde un punto de vista técnico, las consecuencias que creemos más probables en función de las premisas que se cumplan.
La primera, alcista, sería un rápido movimiento hacia la zona de resistencia horizontal de los 3.000-3.035 puntos caso de conseguir superar en cierres el nivel de los 2.900 puntos.
La segunda hipótesis, bajista, pasa por un movimiento hacia la zona de los 2.700-2.650 puntos caso de perderse en cierres el nivel de los 2.815 puntos.
Mientras tanto, nos encontramos en este limbo de muy corto plazo que venimos viviendo.
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