Para entender el sentido del título resulta necesario echar un vistazo al gráfico que traemos del valor y más concretamente a lo sucedido en la sesión de hoy. El precio que ayer quedó a las puertas de la directriz bajista de corto plazo (la nacida a mediados de marzo) se levantó eufórico esta mañana, rompiendo al alza de una tacada todas las líneas rojas que encontró a su paso. Pero, a partir de ese momento, tocó un lento goteo a la baja.
El resultado final es una directriz bajista rota y un pull back dentro de la misma sesión. Hasta ahí, lo verdadero del asunto. Pero la resistencia horizontal que cotiza en los 9,70 euros, punto en cuya superación sitúo la verdadera señal de entrada en el valor, fue primero superado para después ser perdido al cierre. Y ahí entra en juego la mentira que toda rotura falsa encierra.
Concretando, el aspecto que el gráfico va tomando me gusta, y, si consigue cerrar por encima de los mencionados 9,70 euros, entiendo que se dan las condiciones para la apertura de una estrategia compradora con la vista puesta un euro más arriba y con un par de puntos en los que colocar los stops de protección de corto plazo: uno en la pérdida en cierres de los 9,54, el otro en los 9,45. La ponemos en vigilancia extrema.