Si algo se le puede pedir a cualquier activo en el que invertir, es, desde luego, que tenga unos soportes bien definidos. Y el gráfico del oro muestra niveles de soporte para todos los gustos y plazos de inversión.
Ahora que todo apunta a que se dirige en busca de los máximos de mediados de septiembre, cualquier operador que decida abrir largos tiene a su disposición varios puntos de soporte en los que colocar el stop de protección.
Si somos aguerridos cortoplacistas, la pérdida de la directriz alcista verde nacida en agosto nos da el más inmediato a la cotización. Un poco más abajo, para los que gusten de las distancias cortas y de los soportes horizontales, en el nivel de los 980-985 dólares cotizaría el siguiente. Y para los que prefieran ver las cosas con algo más de calma, esa directriz alcista azul que guía la cotización en lo que va de año parece el soporte-stop más aconsejable.
En lo que escribo este análisis ha subido tres dólares. Tiene buena pinta y todo apunta a una búsqueda de nuevos máximos. Seguiremos los acontecimientos.
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