Decíamos hace un rato que hay cierto aroma en el ambiente que nos trae recuerdos de épocas pasadas. Obviamente, nos estábamos refiriendo a ese tufillo que se palpa en el parqué a un cierre generalizado de largos. En el mercado español, no hay aún síntoma alguno de esas ventas de pánico en ninguno de nuestros escasos blue chips. Pero en valores como Bankinter estamos reviviendo escenas que ya vimos no hace mucho.
Un tremendo hueco bajista que pulveriza los soportes en la apertura, con muchísimo volumen, es seguido por una sesión con apertura engañosa, en la que se acaba dejando esa impresionante vela bajista. Hay miedo por quedarse pillado con papel en las manos y se vende por lo mejor. Si en marzo había codazos por entrar al precio que fuera, ahora las zancadillas se ponen para llegar cuanto antes a la salida.
Mientras este pánico vendedor respete a las bestias sagradas de nuestro mercado, el índice director (al que esta noche dedicaremos un análisis especial) se mantendrá por ahí arriba. Pero si valores con fuertes revalorizaciones, como los dos grandes bancos, se contagian, podemos agarrarnos porque vendrán curvas.
Por cierto, estos pintores son unos cachondos. Han llevado a Bankinter justo hasta la segunda de las directrices que marcábamos en nuestro gráfico. ¿Acaso nos están invitando a comprar? De momento, a riesgo de perdernos eventuales rebotes, declinamos su gentil invitación.