No puede decirse que los resultados presentados esta mañana por BBVA hayan entusiasmado al mercado, más preocupado con pasar de puntillas sobre los síntomas de corrección que se vislumbran. Pero tampoco se ha producido una estampida al estilo Bankinter, que no es poco.
Técnicamente, las cuatro últimas velas forman una isla bajista (dos huecos de sentido contrario) coronada por dos velas centrales en forma de lápida. Tal y como comentaba alguien uno de estos días muy acertadamente, en cualquier título esto sería más que suficiente para abrir cortos con stop cercano o para cerrar posiciones compradoras hasta ver las cosas más claras. Pero BBVA pertenece a nuestro reducido club de los blue chips hispanos y cualquier cosa es posible.
Marcamos, en consecuencia dos niveles de soporte que nos parecen relevantes: el primero, en los inmediatos 12,09 euros, y el siguiente en los 11,33 euros, ambos en cierres. Si yo viniera comprado desde abajo, no soltaría un solo título de BBVA hasta no ver caer el segundo de los soportes citados.
Para los que gusten de tratar a todos por el mismo rasero, ya sean blue chips o no, la apertura de cortos quizá sea la estrategia más atractiva, por lo del cercano stop en los máximos de hace un par de días.
