Esa línea verde de nuestro gráfico sirvió como soporte y resorte para el par en los meses de mayo y julio de este año. Siempre podremos poner en duda que el nuevo toque que vimos en la sesión de ayer también acabará con el cambio tocando una vez más la línea roja superior. Pero la cercanía del stop y la consecuente atractiva ecuación riesgo-rentabilidad me incitan a ver a este par como óptimo para la apertura de largos.
Esa línea verde viene a valer entre 126,90 y 127 yenes. Colocando un stop de protección por esa zona, con el filtro que cada uno crea más apropiado, parece una buena opción en el lado largo, pensando en, como poco, asistir a un rebote que lleve al par al encuentro de esa directriz bajista naranja de muy corto plazo. La línea roja sería el objetivo natural ampliando algo más la visión.
Desde luego, si el euro acaba cruzando a la baja esa línea verde de forma solvente, la caída adicional bien pudiera llevar al cambio en poco tiempo camino de los 120 yenes.
Seguiremos los acontecimientos.
